Y de alelies y de alelies y de alelies.

De rosas y claveles y de alelies,

se te llena la boca cuando te ries.

 

La nieve por tu casa

baja diciendo:

donde yo no hago falta

no me entretengo.

 

La Iglesia se ilumina

cuando tü entras

y se llena de flores

cuando te sientas.