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En Sevilla a un sevillano, siete hijos le dio Dios; y tuvo la mala suerte, y tuvo la mala suerte, que ninguno fue varón.
La más chiquitita de ellas, la llevó la inclinación de ir a servir al rey de ir a servir al rey vestidita de varón.
No vayas, hija, no vayas que te van a conocer; tienes el pelo muy largo tienes el pelo muy largo y dirán que eres mujer.
Si tengo el pelito largo madre, córtemelo usted, y con el pelo cortado y con el pelo cortado un varön parecere.
Y al subir al caballo la espada se le cayó por decir „maldita sea" por decir „maldita sea" dijo „maldita sea yo".
Siete años estuvo en guerra y nadie la conoció, solamente el hijo del reysolamente el hijo del rey. |